Los datos de la EPA indican que, durante el 3T21, alrededor de 486.000 jóvenes estuvieron en el desempleo o en la inactividad y no cursaron estudios, colectivo también conocido como Ni-Ni, que agrupa al 11,2% de los menores de 25 años en nuestro país, según Asempleo.
Si bien la cifra de jóvenes Ni-Ni puede resultar elevada, lo cierto es que este colectivo continúa contrayéndose: en 7,8 p.p. respecto al tercer trimestre de 2020 (máximo histórico) y en 5,2 p.p. respecto tercer trimestre de 2019 (previo a la pandemia). Esta reducción viene explicada por el incremento en la probabilidad de encontrar empleo para los jóvenes.
Del casi medio millón de jóvenes Ni-Ni que hay en España, unos 302.000 son parados (7% del total de jóvenes) mientras que 184.000 son inactivos (4,2% del total). Resulta sorprendente como, si bien el número de parados jóvenes se mantiene estable y en línea con lo observado en otros terceros trimestres previos a la pandemia, el número de jóvenes inactivos se ha reducido considerablemente, perdiendo la estacionalidad que le caracteriza.
A nivel europeo, España se posiciona como el primer país con mayor tasa de abandono escolar (16%), estando muy por encima de la media de la UE-27 (8,4%). Bien es cierto que en los últimos veinte años el porcentaje de jóvenes que abandonaba los estudios en España se ha visto reducido sustancialmente (14,9 p.p. desde 2002), sin embargo, el ritmo de disminución se ha ralentizado en los últimos años, lo que parece indicar que el nivel actual está próximo al estructural.