Los datos de la OCDE sobre el consumo de medicamentos recetados para tratar la depresión confirman esta evolución. En 2015, el consumo en España ascendía a 73 dosis diarias definidas por cada 1.000 habitantes, mientras que en 2021 este era de 92, según datos provisionales para ese año. Como muestra nuestro gráfico, este aumento en el consumo de antidepresivos no solo ocurre en España, sino que se ha generalizado en muchos otros países.
Islandia sigue teniendo uno de los niveles más altos de uso de antidepresivos del mundo, con un consumo medio de 161 dosis diarias definidas por cada 1.000 habitantes en 2021. Portugal, Canadá y Suecia también presentan una proporción superior a 100 dosis por cada 1.000 personas al día.
Los lugares con los niveles de consumo más bajos en 2021 y 2020 de los analizados por la OCDE son Costa Rica, Estonia, Lituania, Hungría, Corea del Sur y Letonia, con dosis diarias de este tipo de fármacos inferiores a 40 por cada 1.000 habitantes.