"La economía mundial sigue enfrentando graves retos, definidos por los efectos persistentes de tres poderosas fuerzas: la invasión de Rusia a Ucrania, la crisis del costo de la vida provocada por las persistentes y cada vez más amplias presiones inflacionarias y la desaceleración en China", escribe Pierre-Olivier Gourinchas, Consejero Económico y Director del Departamento de Estudios del FMI, en la introducción del último informe de perspectivas económicas del organismo.
El FMI estima ahora que el PIB mundial crezca un 3,2% este año y un 2,7% en 2023. La actual previsión para el año próximo supone una rebaja de 0,2 puntos porcentuales respecto a la de julio. Alrededor de un tercio de la economía mundial corre el riesgo de contraerse el próximo año, según ha advertido el organismo, que también alerta que “lo peor está por llegar y, para muchas personas, 2023 se sentirá como una recesión”.
El FMI también sostiene en su informe que la mayor amenaza para la economía mundial sigue siendo la inflación. "El aumento de las presiones sobre los precios sigue siendo la amenaza más inmediata para la prosperidad actual y futura, al reducir los ingresos reales y socavar la estabilidad macroeconómica". Con todo, espera que la inflación mundial alcance un máximo del 8,8% este año, pero que se mantenga elevada durante más tiempo del previsto, situándose en el 6,5% en 2023 y en el 4,1% en 2024.