El presidente de Aragón vuelve a adelantarse al resto de políticos españoles y lanza su segunda “moción de censura” contra su compañero de partido. Mucha más dura que la primera y situada, si la colocamos en el escenario partidista, a la derecha de Vox. Si Santiago Abascal y los suyos hablan del desastre del Gobierno de Pedro Sánchez y piden elecciones generales el próximo 28 de mayo, el socialista Javier Lambán va mucho más lejos y afirma que ese mismo Gobierno lleva a la destrucción de España y hasta de la civilización occidental.
Las elecciones autonómicas y municipales están cada día más cerca y los miedos a perderlas hacen mella en los cerebros de los dirigentes políticos. En el PSOE son conocidas las discrepancias y las diferencias que existen entre tres de sus presidentes autonómicos con el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez con Unidas Podemos.
El valenciano Ximo Puig, el castellano manchego Emiliano García Page y el aragonés Javier Lambán formaron una especie de troika que se dedicaba un día sí y otro también a mostrar su disgusto por los comportamientos del Ejecutivo nacional. Lo de menos era el tema a debatir, lo importante para los tres dirigentes socialistas era que se notara que estaban en desacuerdo con su jefe de filas.
El valenciano Puig retrocedió tras el primer envite y pasó a contemporizar con la sede de Ferraz y el palacio de La Moncloa cuando se percató que el choque con el Gobierno y la dirección de su partido, sobe todo tras la crisis interna de Compromís, no le iba a garantizar más votos en su territorio. El manchego Page se ha mantenido en la misma posición crítica hacia Sánchez, que encaja en sus anteriores apoyos a la tenacidad de Susana Díaz. Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con sus análisis y declaraciones pero, por lo menos, no da saltos en el vacío.
Lo del aragonés Lambán es muy distinto. Ya lanzó una dura crítica ala Gobierno que lidera Sánchez, sobre todo en su vertiente de Unidas Podemos, para en menos de 48 horas pasar a decir todo lo contrario. El susto se le metió en el cuerpo y puede que hasta pensara que el PSOE, su partido, podía hasta atreverse a sacarle de la lista electoral y mandarle a casa. Han pasado unas semanas y desde su boca han salido las acusaciones más duras. En su opinión el Gobierno del Estado está poniendo en peligro la existencia del propio Estado, sus medidas de gobierno son un desastre y hay que acabar con él cuanto antes. Ni Santiago Abascal, ni Díaz Ayuso podrían hacerlo mejor.
Lambán tiene todo el derecho a criticar al Secretario General de su partido, que es el presidente del Gobierno desde hace cuatro años y medio, de la misma manera que puede hacerlo cualquier ciudadano y más si se dedica a la política; lo que no puede hacer es lanzar una auténtica “moción de censura” encubierta y no presentarse como alternativa. Después de asegurar que España corre grave peligro y que hay que acabar con el máximo responsable, que es Pedro Sánchez, lo que debiera hacer es presentarse como alternativa dentro del PSOE, presentar su renuncia a las siglas que le han llevado a presidir Aragón y, si quiere mantenerse en el puesto, encabezar una lista independiente.
De no hacerlo no tendremos más remedio que pensar que todo su enfado se basa en el puro medio a perder en las elecciones de mayo, y que ese afán de distanciarse del palacio de La Moncloa obedece a un intento de acercarse a la zona más conservadora de los votantes de su Comunidad para conseguir sus votos. Es un puro grito de auxilio hacia los ciudadanos mientras corre veloz en dirección contraria al lugar en el que se encuentra el PSOE de Sánchez.
Aragón es una de las Autonomías que pueden cambiar el color político de su Gobierno el próximo 28 de mayo. Actualmente y desde 2019 Javier Lambán gobierna con el apoyo de 41 diputados frente a los 36 de la oposición. Si Ciudadanos desapareciera y los represéntales del PAR cambiaran su voto, el popular Jorge Azcón lograría el Gobierno. En ese miedo a perder está la auténtica razón de las más que duras declaraciones de Lambán. Y si lograra mantener los apoyos de Podemos, la Chunta e Izquierda Unida, y todos sumaran los 40 apoyos necesarios en el Parlamento regional el pago que tendrá que ”pagar” a sus socios será más elevado.-