Los estrategas del Banco Popular de China se centran, en las dos jornadas previas a las denominadas "dos sesiones" que se inician esta semana, en dar la mayor estabilidad posible a los mercados locales en general y a la moneda en particular. Entre las principales economías del mundo, la política fiscal no tendrá un papel singularmente relevante este año, aunque por razones distintas.
En el caso de EE.UU. simplemente porque no lo precisa al estar todavía digiriendo los estímulos ya en curso. En Europa, del retorno a la senda de estabilidad fiscal, solo el gasto en defensa podría escaparse a la austeridad. Tampoco en Reino Unido, donde la preocupación por unas pobres expectativas de crecimiento están forzando más a una política de austeridad fiscal que a una de estímulo.
Solo China se desmarca de esta tendencia. Verá cómo se incrementa su déficit, y es que a pesar de los beligerantes discursos oficiales frente al gasto de los últimos meses, el estímulo fiscal viene forzado por la necesidad de compensar las consecuencias del desapalancamiento de deuda en curso. Su auxilio al crecimiento será muy modesto.
¡TODOS A PEKIN!
Esta semana, miles de delegados del Partido Comunista llegan a Pekín desde todas las provincias para asistir a la reunión anual conocida como las “dos sesiones”, la de la Asamblea Popular Nacional (APN) y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC). Marcan las máximas prioridades en la agenda política cada año, y como en todos los anteriores, los esfuerzos de los estrategas del Banco Popular del China se centran en las jornadas previas en dar la mayor estabilidad posible a los mercados locales en general y a la moneda en particular. Estos días hemos visto como han mantenido firme la banda de fluctuación diaria del RMB a pesar de que su cotización ha estado sistemáticamente en la parte baja de ese rango.
LA POLITICA DE “RMB FUERTE”
Al retrasar el recorte de tipos, la Reserva Federal hace flaco favor a la política de “ RMB fuerte” que pretende defender Pekín. Cuando hace dos semanas redujeron el tipo de interés de préstamos a cinco años al que se vinculan los tipos hipotecarios, optaron por no modificar los tipos a un año, síntoma claro de que preferían no arriesgarse a ampliar el diferencial frente al dólar y complicar así la defensa de su tipo de cambio.
En las “dos sesiones” se anunciará el objetivo de crecimiento para este año. Suele ser medio punto inferior al promedio que se solicita que se impongan las autoridades locales de las 31 provincias y regiones especiales.
En este caso ese promedio es del 5,6%, pero queda a criterio del lector decidir si quienes se adaptan son los gobiernos locales poniendo objetivos entre 50 y 100 puntos por encima del 5% deseado por las autoridades centrales, o son estas las que, en base al promedio local, ajustan medio punto a la baja.
Como en 2023, lo previsible es que se fije de nuevo un objetivo del 5%. ¡Que menos en el especial y recién iniciado año del dragón de madera, que se celebra cada 60 años! El crecimiento real estimado por analistas independientes, no fue en 2023 superior a 3.8%.
Este año, desaparecido el efecto base, y aún con estímulos fiscales incluidos, las estimaciones de crecimiento no superan el 3,5%. No debería extrañar que, como viene señalando, el Presidente Xi ponga poco énfasis en la cantidad y lo ponga más en un "crecimiento de alta calidad".
Veremos entonces si la sorprendente ausencia pública en las últimas semanas de los principales líderes del Comité Permanente del Politburó no significa, que el muy retrasado Tercer Pleno, un evento clave que desvela cambios importantes en la política y la economía, finalmente tiene lugar y revela una orientación diferente. Quizá sea entonces cuando la política de “RMB fuerte” tenga que ceder protagonismo, que no renuncia.