El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se vanagloria del misil de alcance medio lanzado contra la ciudad ucraniana de Dnipro. Su apuesta es contundente en una sangrienta partida de póker que dura lo suficiente para crear profundas grietas en la capacidad de resistencia de Rusia, pero, sobre todo, de Ucrania y de sus aliados.
La estrategia de los aliados de la OTAN pasaba por asfixiar la economía rusa. Sin embargo, Putin está suportando la situación porque lo había preparado con mucho tiempo de antelación para hacer frente a las sanciones. Ahora se muestra muy ufano al presentar un nuevo misil construido con la tecnología moderna rusa, ha asegurado, que no se puede interceptar por los sistemas actuales antimisiles y que puede alcanzar cualquier objetivo en Europa.
Siria ha sido durante varios años el campo de entrenamiento y experimentación de la industria militar rusa y sus resultados los exhibe ahora un desafiante Putin que sube, y mucho la apuesta. El nuevo misil Oreshnik ha sido descrito como un misil balístico de medio alcance en configuración hipersónica no nuclear.
Además, el presidente ruso habla de guerra de carácter global porque Estados Unidos y Reino Unido han permitido a Ucrania utilizar sus misiles para atacar territorio ruso. No habla de la presencia de miles de soldados norcoreanos en su territorio.
El incremento del calibre, del alcance, de la capacidad de destrucción de los misiles utilizados en la invasión rusa de Ucrania provoca enorme preocupación. El riesgo crece, las muertes también. La mayoría civiles. Acción, reacción en las últimas semanas entre Rusia y Ucrania.
Ucrania sorprendió hace unos meses con la ocupación de la región rusa de Kursk, que aún mantiene. Putin enroló a miles de soldados norcoreanos mientras incrementaba los bombardeos letales contra instalaciones energéticas ucranianas. Este invierno va a ser muy duro para los ucranianos.
Como respuesta Estados Unidos y Reino Unido permiten al presidente Zelensky utilizar misiles de largo alcance para atacar territorio ruso. La respuesta es el lanzamiento de un misil balístico, que no llevaba pero que puede albergar ojivas nucleares.
Putin aprobó un decreto para utilizar con más agilidad sus armas nucleares.Esta es la amenaza constante de este conflicto que esperemos se limite a fuerza para negociar. La victoria de Donald Trump en Estados Unidos está influyendo notablemente en las decisiones militares. Puede llegar en poco tiempo, después de la toma de posesión de Trump en enero, la mesa de negociación, y aquí cada uno quiere tener la mayor fuerza posible para ganar ventaja.
Esta interpretación es la más optimista dentro de la catástrofe que sufre Ucrania, que sufrimos todos. Una complicada solución negociada.