Ejemplos de inconsistencias de este tipo se dan con frecuencia, junto a constantes cambios de criterio, amenazas, órdenes y contraórdenes. La semana anterior el presidente había reunido a los jefes de departamento del Gobierno en la Casa Blanca, para informarles que son ellos son los que han de estampar su firma y por lo tanto asumir la responsabilidad legal de las decisiones de recortes de presupuesto, de personal o cierres de agencias que vienen impuestos por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Elon Musk, ya que, según el presidente, es un “asesor sin poder ejecutivo”. Sin un respaldo legal claro en el mejor de los casos, basta ponerse en la camisa de un jefe de departamento para hacerse una idea del pánico con el que ha de enfrentarse a las “imposiciones” de Elon Musk.
GIRO DE 180º
Los mercados tienen también su propio drama. Ahora resulta que el presidente, el secretario del Tesoro y el “asesor sin poder ejecutivo” coinciden en que puede ser necesario infligir algún daño a la economía norteamericana en 2025 para que salga reforzada de cualquier recesión de corto plazo. El Vix, medida de la volatilidad esperada, pasa de 12% a 28% (su media histórica es del 25%), el S&P500 pierde un 8% desde su máximo de hace tres semanas y el Nasdaq más de un 13% desde sus máximos de mediados de diciembre. El dólar pierde cerca de un 5% frente al euro en apenas una semana.
El entusiasmo trumpista se ha esfumado en un tiempo récord, y ya no hay ni excepcionalismo norteamericano, ni opción put de Trump que valga. En cuatro semanas, las opiniones en el mercado han girado 180 grados y es tentador volver mirar a la Reserva Federal. ¿Bajará ahora los tipos de interés? Los mercados vuelven a descontar recortes en 2025, dos e incluso tres en la segunda parte del año.
Las perspectivas desde EE.UU. no pueden ser menos favorables para el dólar, mientras los vientos en Europa soplan a favor de un fuerte estímulo fiscal liderado por Alemania, justificado por la pérdida del “paraguas” de defensa estadounidense y por las primeras voces que en el BCE apuntan a que podría ser precisa una pausa, más o menos inmediata, en el recorte de tipos. Todo esto se valora hoy en un dólar a 1.09 frente al euro, el peor nivel desde las elecciones de noviembr
LA RESPUESTA MÁS HONESTA
¿Y ahora qué? Más de lo mismo. Es la respuesta más honesta. Lo que puede ayudarnos a atravesar este periodo es asumir que el mercado va a ir poniendo en el precio toda la información de la que dispone, y que la intensidad con la que responde ahora es la de un despechado que conforme asume los hechos, los acepta, y su respuesta va perdiendo la emocionalidad inicial. No le conviene pedir consejo a su primo, a su cuñado o al amigo que de buena fe quieren orientarle. Si el despecho es grave, y lo es, mejor que acuda a un profesional, porque las recetas de la abuela no sirven. El tratamiento ha de ser a medida. Traducido, no debería de mantenerse la tensión emocional en grado semejante. Las reacciones se moderarán, aunque el daño, ya está hecho.