El presidente de Vox ha salvado políticamente al presidente de la Generalitat y al presidente del Partido Popular. Santiago Abascal ha dado el sí al acuerdo de su partido con Carlos Mazón para que haya Presupuestos en la Comunidad Valenciana y, la mismo tiempo, le permite a Alberto Núñez Feijóo mantener ante los suyos su defensa del presidente valenciano. Nada ha cambiado socialmente tras el desastre de la Dana, pero la nueva unión de las dos derechas la ha proporcionado a Mazón la única salida que tenía para llegar al final de la Legislatura.
Hace 86 años un político canario, socialista pese a su expulsión del PSOE, adversario de Indalecio Prieto y último presidente de la II República española, decía una de esas frases que se repiten sin que la mayoría sepa de dónde procede y quién la pronunció: “Resistir es vencer”. Su autor, Juan Negrín, creía que si la República era capaz de aguantar el avance de las tropas de Franco y mantenerse en pie, el cambio en Europa que llevaría a la II Guerra Mundial haría que los futuros aliados apoyarían a la República y en ese cambio, las ayudas a los sublevados se acabarían. No pasó así y la historia carece de moviola para analizar lo que hubiera pasado. Negrín fue atacado, vilipendiado y terminó muriendo en el exilio. Su herencia como político está sujeta al estudio de los historiadores. Su frase la acaba de utilizar Carlos Mazón gracias al que hasta hace unos meses me criticaba con dureza. Santiago Abascal le ha salvado y de paso ha salvado al propio Núñez Feijóo.
Dentro del Partido Popular eran muchos los que pedían a Feijóo que convenciera a Mazón de que su dimisión era necesaria ante los graves problemas políticos, sociales y económicos causados por la tragedia del barranco del Poyo. La acción de la justicia cercaba al presidente de la Generalitat, por más cabezas de turco que se ofrecieran. Su condición de aforado podía no ser suficiente y el daño que estaba causando a la imagen del PP era demasiado grande.
Feijóo mantenía su apoyo por no entregarle al PSOE una victoria, en caso de una convocatoria anticipadas de elecciones. Quedaba una única salpica, el regreso de Vox al acuerdo postelectoral y la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat que se convertirían en la mejor de las armas para mantener en el poder al PP durante los dos próximos años.
Los ataques desde la izquierda se centrarán en esa misma unión de PP y Vox para insistir en el carácter ultra conservador de la derecha española, pero el escenario ha cambiado, por supuesto para Carlos Mazón y para el propio Núñez Feijóo. La Justicia irá por un camino y la Política por otro. La Sociedad estará en medio de ambos contendientes esperando que se solucionen sus problemas y no los de la clase política, pero ese escenario tendrá que mirarse con otros ojos.
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