Yolanda y Mónica comulgan con piedras de molino
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Yolanda y Mónica comulgan con piedras de molino

miércoles 19 de marzo de 2025, 06:44h

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Hace ya tiempo que el famoso Gobierno Progresista que conformaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se convirtió en un simple gabinete del PSOE, prácticamente desde que el líder morado comprendió que no pintaba nada como vicepresidente de un Consejo de Ministros que aprobaba el envío de armas a Ucrania o que rechazaba una reforma fiscal para que los ricos pagasen más que los trabajadores.

Ese Gobierno Progresista tuvo que conformarse con subir las pensiones al mismo ritmo que la inflación, la Ley del “solo el Si es Si” (que en parte salió rana), el incremento del salario mínimo (recortado por la ministra de Hacienda) y el reconocimiento de Palestina como estado independiente (un brindis al sol). Y poco más, a cambio los socios de Sánchez han tenido que comulgar, cada vez más, con verdaderas ruedas de molino.

Las ministras de Podemos tuvieron que aplaudir a Zelensky en el Congreso –dijeron que por urbanidad- mientras otros diputados de IU se marchaban en protesta por la presencia virtual del presidente ucraniano en una pantalla puesta al efecto. Luego llegó la traición a los saharauis que llevó a cabo Sánchez con nocturnidad y alevosía, entregando en bandeja el Sahara al rey de Marruecos. En el nuevo gobierno que se puso en marcha tras las elecciones generales de julio de 2023, Sánchez quitó a Sumar la cartera de Igualdad que era una de las principales señas de identidad de la coalición progresista.Y así una tras otra.

En octubre, por primera vez, el PP y Sumar pactaron sendos apoyos a iniciativas propias rechazadas por el PSOE. Los portavoces del PP, Borja Semper, y de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, antes de ser defenestrado por las denuncias de agresiones sexuales, pactaron apoyarse para sacar adelante la propuesta del Partido Popular que obligaría la Moncloa a pasar por la aprobación del Congreso cualquier envío de armas a zonas de guerra. La de Sumar fue para facilitar la reclamación a los bancos de las cláusulas abusivas de las hipotecas.

Yolanda Díaz intentaba conseguir así que Pedro Sánchez le prestase la atención que desde hace mucho tiempo el Gobierno socialista sólo otorga a Puigdemont, pero la medida tuvo poco efecto a pesar de un primer enfado de los dirigentes socialistas. El presidente del Gobierno está convencido de que tanto Yolanda Díaz (Sumar) como Mónica García (Más Madrid) no tienen más remedio que seguir apoyándole pase lo que pase y haga lo que haga.

Si los dirigentes europeos exigen a los gobiernos respectivos que aumenten su presupuesto de defensa hasta el 5% nada pueden hacer Mónica García ni Yolanda Díaz para impedirlo. Hablarán de que es normal que en un gobierno de coalición haya discrepancias, que eso es la democracia, pero al final comulgarán con una rueda de molino más y así hasta el infinito que serán las próximas elecciones que serán como muy tarde en 2026.

El único pegamento real que existe entre el PSOE, Sumar y Más Madrid es el miedo a perder las elecciones frente a una coalición del PP con Vox, máxime cuando el nuevo emperador, Donald Trump, ha mostrado su preferencia y su apoyo a Santiago Abascal.

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