En esta batalla de cifras y siglas dentro del propio Gobierno lo importante para todos los que perciben el SMI son los euros que reciben al final del mes. Si te suben ese salario pero te aumentan la tributación el resultado es que ganarás más pero recibirás menos; y si no te lo suben pero bajan los niveles de obligación tributaria ganarás lo mismo pero recibirás menos. El resultado de este combate dentro del propio Gobierno es de tregua parcial. Nada cambia en este 2025, pero para 2026 los que perciben el SMI deben ir pensando en que Hacienda les restará unos pocos euros de su ingreso mensual. Claro que 2026 queda muy lejos y los cambios políticos y económicos van a ser muy superiores a los que Díaz y Montero han estado repesando en estos últimos meses.
Cumplir con los compromisos de gasto militar que han aprobado los países de la Unión Europea van a llevar a cada uno de los 27 a recortar las partidas de gasto social, les guste poco o nada. Eso significa para las familias que el coste de su vida real en educación, en sanidad, en paro o pensiones va a ser mayor, sea cual sea la tributación que se ponga sobre el SMI. El coste real de la vida real, eso que cada día deben gastarse en mantener su actual nivel, va a crecer conforme se eleven los precios de los alimentos, de la energia, incluso del tiempo en que se alarguen las citas y tratamiento médicos. Mirar cada una de las variables y no mirar el conjunto es hacer trampas. Los números suman o restan pero tienen que estar todos en la misma tabla, lo contrario es un engaño.
Puede que en 2026 no esté este Gobierno, puede que no tenga la misma composición, puede que España no mantenga su buen comportamiento global en las finanzas europeas, puede que Europa haya cambiado por completo en sus prioridades, puede que haya terminado la guerra en Ucrania y que las pretensiones de Francia y Gran Bretaña de enviar tropas europeas a ese país no se cumplan o puede que veamos a soldados españoles patrullando por las calles de las ciudadades que estén en la línea que delimite la frontera entre la ampliada Rusia y la disminuida Ucrania, puede que el presidente norteamericano haya cambiado de estrategia y peticiones varias veces más, puede que siga la guerra en Palestina … pueden pasar antas cosa en los próximos ocho meses que es imposible asegurar lo que los españoles vayamos a pagar a Hacienda, y mucho menos si la balanza entre lo que ingresan los hogares y lo que se gastan permitan mantener su nivel de vida actual e incluso mejorarlo. Lo que ha obligado Pedro Sánchez a sus dos vicepresidentas es a no seguir peleándose en público. Era un primer asalto y las dos van a seguir en el ring.