La sultana Aixa, madre de Boabdil el chico, le recriminó su falta de gallardía cuando derramó lágrimas por haber perdido la ciudad de Granada. Sus palabras fueron “lloras como mujer lo que no has sabido defender como hombre”.
Me he acordado de esta frase al ver entre sollozos al ex militante franquista Miguel Ángel Revilla, mientras lamentaba que el Rey emérito le haya puesto una querella por haberle llamado corrupto, ladrón y algún otro piropo más, en distintos programas de televisión y de forma reiterada.
Al cántabro lenguaraz, travestido de demócrata, le ha dolido hasta el llanto que le reclame una compensación de 50.000 euros, que de ganarlos serían donados a la Cruz Roja, y una patulea de políticos y aficionados a odiar las instituciones de nuestro país, le han regalado varios paquetes de clínex para que se limpie los mocos a gusto.
En cambio Revilla, invitado habitual del Hormiguero, ha defendido la honorabilidad del ex ministro José Luis Ábalos, aficionado a pagar con dinero público los servicios que le prestan las señoras putas, porque un franquista sin memoria siempre pondrá la mano en el fuego por un socialista sin ética.
El Rey Juan Carlos I está en paz con Hacienda, vive lejos de España, y como ciudadano sin función institucional ni ingresos del Estado tiene libertad para hacer lo que le venga en gana dentro de la ley.
Le asiste el derecho a defender su imagen y su honor porque dejar pasar sin respuesta las bravuconadas de un tipo que se cree inmune a las groseras salidas de tono contra un ciudadano español, sería permitir que los cantamañanas fijasen los limites de nuestras libertades.
El que calla otorga y , como decía Calderón de la Barca : «El honor es patrimonio del alma.”
Señor Revilla, usted ha hecho el ridículo al llorar y ampararse en que es un viejo. También lo es Juan Carlos de Borbón, pero tiene la dignidad de mantener tipo … y no llora.
Si (
No(