Fiesta ante un Madrid en cueros
sábado 14 de febrero de 2015, 02:28h
El Atletico del Cholo Simeone sabe como dejar al Real Madrid de Carlo Ancelotti en ridículo. No hay excusas para el malísimo partido del cuadro blanco. Falló el sistema ideado por su entrenador que no acierta desde que la suerte le hizo ganar la décima copa de Europa ante el mismo rival de este sábado.
Falló la portería de Casillas, falló la defensa de Varane, Coentrao y compañía, falló el centro del campo de Isco, Kroos y Kedhira, y falló la delantera de Cristiano, Benzema y Bael. Era el tridente de oro y ayer de convirtió en el tenedor de hojalata.
Los cuatro goles pudieron ser hasta cinco o seis. El cero del Madrid es más que justo. No representó ningún peligro a lo largo y ancho de los noventa minutos. Sin espíritu, sin nervio, dominado en todo momento, sin saber que hacer, ni por donde romper la férrea fórmula de control y presión que impone el Cholo a sus jugadores.
El peor de los 26 jugadores que saltaron al campo fue la estrella del Balón de Oro. Cristiano ha perdido empuje y velocidad. No tiene la garra se principio de temporada. No tiene ganas. El sabrá por qué, pero es un naufrago en un buque que se hunde. El Madrid no juega mal. No juega, no sabe que hacer ante conjuntos como el rojiblanco. Daba vergüenza verle hundirse en el Manzanares, el lugar de tantos éxitos pasados. Florentino Pérez debe estar jurando en arameo y Enrique Cerezo brindando con champagne.
La fiesta rojiblanca pudo terminar en una "manita" si el autor del primer gol no hubiera picado demasiado el balón a puerta vacía en un remate de cabeza. Lo hubiera merecido. Ancelotti hizo cambios para evitar la goleada, no para intentar la remontada que se le antojó imposible. Su equipo estaba en cueros y el entrenador no tenía bastante ropa para taparle.
Éxito de los colchoneros que le han tomado las medidas a su eterno rival y ya llevan cinco trajes a medida los que le han confeccionado. Y los que vendrán si los del Bernabeu siguen por estos caminos. Casillas, que estuvo mal y no hizo ningún milagro estuvo vendido todo el partido. Su defensa era un coladero, sobre todo por el lateral de Coentrao y con un central, Varane, que ha diluido su futuro como un azucarillo. Isco trabaja en solitario, quiere hacerlo todo y eso es imposible cuando los rivales te cercan de cuatro en cuatro y sin que ninguno de los tuyos acuda al rescate. Kroos está muerto de cansancio pero su entrenador quiere reventarlo y con él al resto del equipo. Y Kedhira al igual que Illarramendi han decidido que el blanco no les sienta bien. Si no les quieren, ellos tampoco y su sentido del sacrificio y el juego están al mismo nivel que las gradas de cemento. Justo lo contrario de lo que se respira entre los colchoneros, desde el primero al último.
En el Madrid sobra dinero en fichajes, pero falta espíritu de sacrificio, falta voluntad de triunfo, falta compromiso para hacer frente a las dificultades y luchar por superarlas. Y así no hay ya Copa, no habrá Liga y no se llegará a la undécima. O espabila la plantilla o ya puede ir sacando Florentino la cartera para la próxima temporada.