El temor al fin de los estímulos
martes 24 de marzo de 2015, 18:14h
Si el anuncio de la QE europea ha sido capaz de alterar significativamente las expectativas, nada impide que los mercados entren en un periodo de ajuste una vez que se retire la posibilidad de más estímulo monetario. Más que la concreción de cómo el BCE actuará en aplicación de su política de compra de deuda, ...
... llamó la atención el optimismo de su presidente, Mario Draghi, al anunciar una revisión al alza de las expectativas de crecimiento para la Eurozona. El mensaje enviado es que la economía europea, estimulada por la QE, ha doblado la esquina de la crisis y se encuentra en camino hacia una recuperación significativa.
Las previsiones de crecimiento de diciembre se revisan con fuerza y son del 1,5% este año, 1,9% en 2016 y 2,1% en 2017. También se revisan al alza las expectativas de inflación y aunque en 2015 se queda en cero, se acerca ligeramente por debajo al objetivo del 2% en 2016 (1,5%) y 2017 (1,8%). Una vez que hemos conocido los detalles puede decirse que las limitaciones que se adivinaban en las compras de deuda se pueden superar en buena medida y aunque se ha puesto una limitación en cuanto a la rentabilidad de los títulos que pueden ser adquiridos, esta limitación es variable en tanto que la referencia es la fijada para la llamada facilidad de depósito, actualmente en el -0,2%, pero nada impide que pueda ser rebajada.
El mensaje enviado por Draghi es que la economía europea, estimulada por la QE, ha doblado la esquina de la crisis y se encuentra camino de una recuperación significativa
Excelentes noticias para cerrar la semana pasada en Europa y buenas también las procedentes de Estados Unidos, que continua añadiendo empleo a un fuerte ritmo (295.000 nuevos empleos en febrero); tanto que ya estamos ante el mayor periodo consecutivo de creación mensual (12 meses) por encima de los 200.000 empleos de los últimos 20 años. Recreándonos en el optimismo que permite la estadística, podemos destacar que el sector privado ha añadido 12 millones de puestos de trabajo en los últimos 60 meses y que el año 2014 ha sido el de mayor crecimiento del empleo desde 1999. La tasa de paro ya está en el 5,5%, al borde de lo que se estima pleno empleo.
Con este ruido optimista de fondo, algunos inversores temen que pueda estar más cerca de lo previsto el final de la era de los estímulos monetarios no convencionales. La Bolsa norteamericana cerraba el viernes su peor sesión en dos meses, los precios de los bonos en dólar sufrieron un fuerte recorte, y cómo no, el dólar con un nuevo empuje al alza. Casi seis meses de apreciación sostenida y sin una sola corrección significativa lleva el dólar frente al euro, algo insólito para el par más negociado en un mercado tan líquido como el de divisas y, a pesar de todo, todavía es muy bajo el stock de argumentos en los que apoyar la proximidad de una gran corrección.
Cómo se comporten los mercados financieros una vez que este temor al final de la era de los QE sea más general, es algo que comenzará a ocupar cada vez más espacio en los análisis, porque son muchos los activos cuyos precios no encajan con lo que se deduce de un análisis de sus fundamentales. Si el anuncio de la QE europea ha sido capaz de alterar significativamente las expectativas, nada impide que los mercados entren en un periodo de ajuste una vez que se retire de la mesa la posibilidad de más estímulo monetario.
Si el anuncio de la QE europea ha sido capaz de alterar significativamente las expectativas, nada impide que los mercados entren en un periodo de ajuste próximamente
No se trata tanto de esperar a que suban los tipos de interés como de dejar de contar con el suministro de liquidez que ha servido para mantener con vida, entre otros, al sistema financiero. En ausencia de crecimiento de productividad, con poblaciones envejecidas, con incrementos salariales muy restringidos a algunos segmentos y con un montante de deuda que no deja de crecer, no serán días fáciles. Pero apenas está empezando el tiempo de esos análisis.