... elevados por casas que ya se sabía que valían la mitad de lo que se pagaba por ellas, obligaba al comprador a hipotecar no solo la vivienda comprada sino toda su vida, su trabajo y hasta la casa de sus padres. Eso parecía estupendo y nadie se preocupó del estallido de la “burbuja inmobiliaria” que, por supuesto, todo el mundo negaba.
La crisis ha demostrado que los políticos, fundamentalmente los que podían gobernar, PP y PSOE, estaban más al servicio de los banqueros que de los hipotecados. Ahora cuando los “revolucionarios” exigen la “dación en pago” -como si fuera pedir la luna- los banqueros escandalizados siguen exigiendo a los gobernantes y a los jueces que pongan las cosas en su sitio: si has pedido un crédito de 150.000 euros y tu casa no vale -no valía ya, en realidad cuando la compraste- 100.00 euros, entregas tu vivienda al banco y además le debes 50.000 euros más.
Las alcaldesas de Madrid y Barcelona, Manuela Carmena y Ada Colau, están empeñadas en llegar a un acuerdo con los banqueros para que acepten esa dación en pago y que se comprometan a no hacer desahucios sin buscar otras soluciones. Por supuesto que los banqueros han recibido a las señoras como unos caballeros, faltaría mas, pero el problema está en las leyes que los jueces siguen teniendo que aplicar porque nadie las ha derogado ni cambiado. Y eso lo tienen que hacer los políticos, que son los que mandan (ja, ja, se escucha tras las bambalinas).