En el estudio se insiste en que es una mera proyección de escaños sujeta a una situación que va a cambiar radicalmente los resultados que se dieron en 2011, y que puede prolongarse hasta junio- julio de 2016. El estudio no se ha hecho para un partido, ni para medios de comunicación nacionales. Se ha hecho para abordar a inversores extranjeros y hacerles ver el panorama de los próximos meses de cara a sus posibles decisiones de " estar" en la economía española.
La proyección de asientos en el Congreso por provincias se ha hecho a partir de los resultados electorales desde las generales de 2011 y teniendo en cuenta los que ha habido en las autonómicas y municipales de 2015, con inclusión de los resultados andaluces, pero no los catalanes, ya que el análisis se cerrò antes de la cita en Cataluña.
Entre los más relevantes destacan Andalucía, la Comunidad Valenciana y la Comunidad de Madrid. La bajada del PP en las tres es grande pero sin que los socialistas se beneficien de ella. Aquí, en Madrid, por poner un ejemplo, el Partido Popular con la extrapolación de los resultados en las elecciones autonomicas puede perder el 20-D casi la mitad de sus actuales diecinueve escaños mientras que el PSOE se mantendría en los 10 que consiguió en 2011 con tendencia a perder uno. UPyD podría quedarse fuera del Congreso, al igual que Izquierda Unida en beneficio de Ciudadanos y Podemos. El listón para conseguir un escaño, al menos, estaría por encima de los 80.000 votos.
En el estudio realizado por las entidades financieras se incluyeron datos sociales y económicos por circunscripciones electorales y la repercusión histórica en el voto. La asignación de escaños mantiene el " beneficio" que reciben los dos grandes por la aplicación de la Ley D'Hont, pero no aplica los cambios que se van a producir por la desaparición de formaciones como el Partido Andalucista o la caída en picado de UPyD, así como la gran dificultad de atribuir los restos, que pueden alterar hasta en 20 escaños el cómputo final.
Si parece que, con estos datos y las correcciones que deben hacerse en cada circunscripción en base a las últimas elecciones autonómicas ( lo más parecido a las generales, incluyendo Cataluña), y aceptando que los restos van a complicar mucho los resultados al PP y al PSOE, los populares pueden perder 50 escaños mientras que los socialistas pueden quedarse como están o como mucho llegar a 115.
Si Junts pel si sustituye a las anteriores CiU y Esquerra no parece que en el cómputo total de representación puedan subir de los 19 escaños en el Congreso que tienen actualmente. En Aragón habrá que ver si Chunta e IU acuden juntos, y si en la Comunidad Valenciana Compromis y Podemos buscan una alianza o acuden por separado. A la formación de Pablo Iglesias le puede afectar de forma muy directa la fragmentación del voto de izquierdas y la penalización que se recibe al aplicar la Ley D'Hont. Así, de los dos emergentes, Ciudadanos puede estar en torno a los 40 escaños, con tendencia a subir. Y Podemos en los 30 con tendencia a bajar.
Todo ello y contando con que la mayoría absoluta está en 176 escaños, que puede que en primera votación ningún grupo lo consiga, y que en segunda se cierren las posiciones y se impida una minoría mayoritaria para formar gobierno, podemos encontrarnos con la necesidad de una nueva convocatoria electoral para mediados de 2016. Con un escenario y unos protagonistas muy diferentes. Es una posibilidad real que ya se contempla en las direcciones de PP y PSOE. Contando con que ambos partidos tienen previsto celebrar sus Congresos nacionales o federales en el mes de marzo, salvo que los retrasen por la " posible" nueva convocatoria.
En el PP contemplan la posibilidad de que en España se produzca una situación a la portuguesa, con un tripartito claramente de centro izquierda en la que estarían PSOE, Ciudadanos y Podemos. También se contemplan los resultados de Canada, con la llegada de los liberales al poder y las recientes disculpas de Tony Blair por la invasion de Irak, unas disculpas que pueden pedirsele a José María Aznar en plena campaña electoral.