Dado que el resto de formaciones se mantendrá en el entorno de los 25 escaños, tenemos que los cuatro grandes se van a repartir en el hemiciclo de la Carrera de San Jerònimo 325 sillones y que ninguna fórmula o suma de dos logrará llegar a los 233 escaños que se necesitan para cambiar España, para abordar los cambios estructurales y coyunturales que demanda y necesita nuestro país. ¿Dónde nos lleva esa conclusiòn matemática?: a que se va a necesitar un pacto a tres para poder modificar la actual situaciòn, algo que en principio y vistas y oídas las declaraciones de los distintos líderes parece imposible.
Incluso la formacion de un gobierno que pueda negociar con Europa las exigencias que ya sabemos va a poner Bruselas sobre la mesa en el mes de julio se antoja sumamente complicado. El pacto más importante y estable sería el que podrían abordar el PP y el PSOE. Entre los dos van a tener entre 195 y 210 escaños en el mejor de los supuestos. Tendrían que recurrir a Ciudadanos para llegar a la magica cifra de los dos tercios del Congreso que establece la Constituciòn.
La otra alternativa es la que saldría de la heterogenea y complicada suma de Podemos y sus confluencias y el PSOE, que podría llegar a los 170 o 175 escaños, suficientes para lograr una investidura y gobernar pero insuficientes para aprobar las reformas que necesita España. Tendrían que lograr el apoyo de Ciudadanos para superar la barrera de los 233 parlamentarios. La suma de toda la izquierda y los partidos independentistas se quedaria siempre por debajo de esa cifra.
¿Qué puede pasar si se cumplen estas matemáticas?. Pues que sometidos a otras rondas de inacabables negociaciones para lograr los 176 escaños de la mayoría absoluta o los necesarios para una mayoría relativa pero suficiente, los españoles nos encontremos con que los líderes que acuden a las elecciones del 26 de junio son incapaces de lograrlo y el gobierno en funciones de Mariano Rajoy sigue consumiendo semanas y puede que hasta meses.
Todo lo anterior afecta a las matemáticas del Congreso. Si sumamos las del Senado las complicaciones aumentan. Es posible que el PP no vuelva a conseguir la mayoría absoluta de la que ha gozado en esta breve y última Legislatura, pero es seguro que será el partido ganador y que sin su acuerdo las reformas en profundidad serán imposibles. Rajoy podrá esperar desde su nueva victoria, algo que no podrá hacer Sánchez en una nueva derrota. Rivera necesitará entrar en un gobierno pues el tiempo sin poder juega en contra de Ciudadanos. Iglesias comprobará en sus carnes el mal històrico de la izquierda: su enorme capacidad para dividirse y multiplicarse. Podemos va a superar al PSOE en votos, en muchos miles de votos y en escaños, pero mantener la unidad de sus parlamentarios será digno de ver.
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